domingo, 15 de marzo de 2015

ENCONTRÉ LA PAZ


ENCONTRÉ LA PAZ

 

 

A Rosa Robira, porque con su manantial de entrega y entusiasmo, nos sirve paz y belleza sobre alfombra de flores.

 

Encontré la paz al lado de tus figuras de papiroflexia,

en la contraportada del libro que calmó tus lágrimas,

dentro de los papeles que dibujas en la tarde descolorida,

en los límites de las fantasías que adornan tus costuras,

y en tus palabras de lechosa savia fermentando vientos de amistad.

Encontré la paz refugiada en tu regazo de madre tierra,

enredada en los bucles de tus noches cristalinas,

disuelta en tus historias de azúcar y pan de oro,

al final del aguacero de ternura en tus versos,

en la estela celeste de tus cuentos de abril y luna,

y sobre las amapolas de tu jardín de princesas y dragones.

Encontré la paz sonriendo en el sofá de tus melancolías,

enroscada en tus dedos como anillos de espuma,

coloreando las mariposas que adornan tus manteles,

en tu festiva ilusión de pulpa caramelizada,

armonizando las canciones que derraman néctar en tus recuerdos,

y meciéndose en tus brazos de palmera y viento húmedo.

Encontré la paz sobre el alféizar de tus pupilas,

al andar tu vereda de granos de polen y celindas de jilguero,

en las pompas de oxígeno de tu corazón de galaxia,

en el borde de la taza de café cuando cuentas estrellas,

y en la mágica mecedora de tus tardes de acuarela y plastilina.

Encontré la paz en las mañanas que siembras con semillas de perejil.

Encontré la paz porque la paz vive contigo.

¡Larga vida a la belleza!.

Manuel Camuñas

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario