HUYENDO DE TU MIRADA
Ayer estuve perdido en tu mirada,
se puso oscura,
en sus sombras brotaron confusiones,
noche y día se asomaron a sus pupilas,
y al cambiar su brillo a ébano y festivo,
el sol sofocó el pecho en los labios de la
luna,
y fue mucho peor.
Hoy amaneció completo de miradas y pan de leña,
había tantas que el cielo se nubló del amor al
olvido,
y el alba maduró de besos, desconciertos y
meses octubre.
Las he visto de algodón con pestañas de
viento,
redondas de luz y sonrisa de agua,
apresuradas de sabor crepúsculo,
viernes ilusión en tardes ternura,
tachonadas de celos y estrellas de granito,
blandas espuma y noches ciruela.
Todas me rodearon,
hicieron un alto en mis lágrimas,
y juntas ardieron mis deseos.
Eran tantas y tan cerca que me asusté,
corrí a gritos,
a silencios quise esconderme;
pero fue inútil.
Al final, huyendo de tu mirada me bebí tus
ojos.
Manuel Camuñas