EL CAMINO DE LA FELICIDAD
Si la vida me desnuda me visto la felicidad,
la felicidad es una galera de aliso tirada por
dos caballos alazanes,
la galera lleva cochero y una intermitencia de
relinchos,
el cochero ríe como una grulla damisela que
hace ballet en el aire,
la grulla tiene forma de tarta de yema tostada los días de ayuno,
la tarta es el postre de una hormiga que
estudia biología molecular en Harvard,
la hormiga vuela como una paloma en las cejas
de abril,
la paloma anida por primavera en los ramajes
del diccionario,
el diccionario emana una salsa de palabras
trabada con crema de domingos en familia,
la palabra expresa sentimientos que deshojan
margaritas en septiembre,
los sentimientos generan laberintos con
minotauros de porcelana,
cualquier laberinto resuelve una raíz cuadrada
en las pruebas de acceso a la universidad,
la raíz cuadrada representa una montaña con
llagas de sangre en los costados,
la montaña tiene forma de elefante comiendo
hojas de lechuga en la
Corte Penal ,
el elefante parece una nube que juega al
baloncesto con pies de acero,
la nube canta como un orfeón que pone broches
de oro en la negociación colectiva,
el orfeón reparte tarjetas de boda en el
silencio de los camerinos,
en la boda toca una orquesta y los invitados
bailan de espaldas al mar,
la orquesta regala souvenirs con piernas de
metacrilato,
el souvenir emerge como un camino con cruces
sin indicativos,
y en el camino la felicidad toma el sol diez
metros más adelante.
Manuel
Camuñas